EL COMERCIO TRADICIONAL RURAL TRAS EL COVID19
(Leer esto te costará menos de 6 minutos)
Todos los sectores del medio rural (de Teruel o cualquier provincia) van a verse afectados en mayor o menor medida por la actual situación. Hoy queremos centrarnos en uno que creemos que va a tener que hacer un esfuerzo extra muy grande: el comercio tradicional ("sistema de venta en el que el comprador tiene que acudir al vendedor para que le muestre, aconseje, ofrezca y entregue los productos que le pide, que se encuentran separados del cliente por un mostrador"). Si tu empresa es del sector, por supuesto, sigue leyendo; si no lo es, nuestra recomendación es que también lo hagas pues, si bien está particularizado, puedes sacar muchas conclusiones generales para otros sectores.
Desde hace mucho tiempo llevamos vaticinando el fin del comercio tradicional, tal y como lo conocemos, en el medio rural (también en las ciudades, pero nos centramos sólo en nuestro ámbito). Hace ya bastantes años que la mejora de las comunicaciones acercó cada vez más a los clientes a puntos de venta más atractivos para la mayoría de ellos (grandes centros comerciales, grandes tiendas especializadas,...), y comenzó a restar clientes a determinadas tiendas que son difíciles de encontrar a día de hoy en los pueblos, porque han sucumbido a esos puntos de venta más atractivos (no hace falta nombrar tiendas y cadenas de ropa, deporte,... que por todos son conocidas actualmente).
Desde hace casi una década, sumamos otro "enemigo" más, y éste de una envergadura tal que lo hace prácticamente invencible: el comercio electrónico. Su crecimiento ha sido constante durante los últimos años... y el confinamiento ha generado un aumento exponencial, que algunos consideran puntual, pero que nosotros consideramos sistémico.
La semana pasada un vídeo de uno de nuestros gurús confirmó nuestra hipótesis, y lo sustentó en varias premisas que secundamos totalmente:
La semana pasada un vídeo de uno de nuestros gurús confirmó nuestra hipótesis, y lo sustentó en varias premisas que secundamos totalmente:
- Tras esta crisis nuestros hábitos y forma de compra van a verse modificados, y si bien no se va a continuar totalmente con las medidas y precauciones que debemos adoptar ahora, varias se van a instaurar, voluntaria u obligadamente por las tiendas, lo cual va a "dificultar" el proceso de compra, y buena parte de la clientela optará por el comercio electrónico como alternativa.
- Hasta esta crisis se hablaba de que el 70% de las personas, bien para uso privado, bien para uso profesional, habían comprado alguna vez algo por internet. Tras estos días de confinamiento, de dificultades de abastecimiento,... la cifra se ha disparado, con lo que en muchas personas ya se ha instaurado el hábito de compra on line, y otras han descubierto la facilidad de su uso.
No decimos que todo el comercio tradicional vaya a desaparecer, sino que el comercio tradicional que no se adapte, que no evolucione, sí tiene muchas probabilidades de hacerlo. Si no puedes con tu enemigo, únete a él.
¿Qué es adaptarse?, ¿qué es evolucionar?. Depende mucho del sector en el que esté, pero las líneas básicas pueden ser estas:
- Venta on line: es la opción más obvia. Puede hacerse a partir de la creación de una tienda on line (ojo, no sólo hace falta tener un sitio web, hay que saber gestionarlo, optimizarlo, tener un diseño atractivo y sencillo para el cliente,... así como hacer una gran labor en lo referente a Marketing Digital), o de la adhesión a plataformas como los marketplaces o Amazon (si bien corremos el riesgo de que, cuanto mayor sea la oferta en esas webs, más difícil será destacar en ellas). Como siempre decimos: hay que estar en internet, pero no basta sólo con estar, hay que estar bien (y cada vez es más difícil, y cuanto más se tarde, más lo será).
- Venta experiencial: los detractores del e-commerce dicen que es impersonal, que no puedes tocar el producto, que no hay un dependiente/a que te asesore,... y es verdad, pero, la realidad es que las cifras nos dicen que para una gran cantidad de gente eso no es una necesidad, y que se valoran más otras cosas como la comodidad, la ausencia de horarios, la amplia oferta,... No creemos que el comercio tradicional deba prescindir de la tienda, sino que tiene que conseguir que la compra en dicha tienda suponga toda una experiencia para el cliente y, lo más importante, que esa experiencia no se pueda obtener en internet. Es algo muy complejo, porque debemos encontrar el equilibrio entre lo que se puede ofrecer, y lo que el cliente está dispuesto a pagar..., pero se puede empezar con cosas muy sencillas (ofrecer un café o infusión mientras compra, hacer más cómoda y agradable la espera,...).
En resumen, el comercio tradicional en el medio rural tiene una oportunidad sólo si es capaz de conjugar la venta online y offline. Habrá negocios y sectores que no se verán tan afectados (así, a bote pronto, por ejemplo, una panadería; negocios que, sin embargo, en la ciudad sí está exigiendo que se reinventen), habrá otros que ni aún así podrán superarlo a medio plazo (es muy difícil competir con el catálogo de productos y/o precios de gigantes de la moda, por ejemplo), pero la mayoría necesita evolucionar desde ya. No es fácil, ni rápido, pero se puede hacer.
Si tienes un comercio tradicional, y no sabes muy bien qué hacer, contacta con nosotros, te podemos asesorar y dar alguna idea, y mientras dure el estado de alarma, de forma gratuita (es momento de apoyarnos entre todos).
Si tienes un comercio tradicional, y no sabes muy bien qué hacer, contacta con nosotros, te podemos asesorar y dar alguna idea, y mientras dure el estado de alarma, de forma gratuita (es momento de apoyarnos entre todos).
Comentarios
Publicar un comentario